Los Condes Electores son los gobernantes de las provincias del Imperio, cuyos títulos han ido pasando de una generación a otra a lo largo de muchos siglos.
Además de dirigir el destino de una provincia, recaudar ciertos impuestos y mantener en todo momento un ejército operativo con el que colaborar en la protección del Imperio, los Condes Electores son los responsables de elegir entre los suyos al nuevo Emperador, cuando fallece el actual titular del cargo. De ahí les viene el apelativo de "Electores".
Como testimonio de su posición, cada Conde Elector blande uno de los Colmillos Rúnicos, las doce espadas mágicas forjadas por el Herrero Rúnico Enano Alaric el Loco.