Los vasallos samurái son expertos espadachines de élite que se dejan atrás para proteger el castillo de su señor de ataques enemigos cuando su daimyo está librando una campaña. Estos vasallos se lanzarán al combate sin temor, aceptando la muerte, lo que refuerza enormemente su moral. Pero aceptar la muerte no significa tirar la vida por la ventana tontamente, por lo que los vasallos samurái deben estar atentos a la amenaza que representan la caballería y las tropas de proyectiles, ante las que son especialmente vulnerables.
La katana es el arma que se asocia a todos los samurái. Su elegante y curva hoja está hecha de acero con alto contenido en carbono que la hace afilada pero quebradiza, y de acero con bajo contenido en carbono, duro y flexible pero no apto para usarse en el filo. Combinando sabiamente ambos metales, la katana resulta ser un arma dura sin renunciar a su filo. La katana está diseñada para usarse con las dos manos; con su hoja afilada, cortará la carne del enemigo y, gracias a la misma fuerza del golpe, seguirá cortando, a menudo matando al enemigo con un solo y limpio golpe. Era una espada que se usaba para cortar más que para clavarla en la carne, y también hacía las veces de escudo, pues el samurái podía bloquear y repeler ataques enemigos con la parte plana de la katana.
Fuentes[]
- Total War: Shogun 2