El héroe monje guerrero y sus ayudantes son unas tropas temibles cuando atacan la línea enemiga o cuando actúan como bastión de una posición defensiva. Poseen una fe y un espíritu inquebrantables que les hacen casi invencibles en combate: ¡no saben lo que es retirarse! Son excelentes en combate cuerpo a cuerpo contra la infantería y la caballería y pueden infligir enormes daños al atacar a unidades de infantería.
Sin embargo, son vulnerables cuando se enfrentan a tropas más numerosas debido a su escasez de número.
En el campo de batalla se les reconoce por sus hábitos y por los pañuelos que llevan en la cabeza. Los monjes guerreros con naginata usan una armadura pesada y llevan esa temible arma, una afilada hoja montada sobre un largo mango que, si se la sabe manejar, puede destripar a un caballo o partir a un jinete en dos.
A pesar de tratarse de individuos retirados del mundo en los monasterios, muchos monjes tenían conocimientos en artes marciales, lo que entendían como una manera de llegar a la iluminación. Debido a su formación, se les tenía por unos enemigos muy peligrosos, especialmente a causa del sentido social de la justicia que poseían: luchaban sin tregua por lo que creían correcto, no solo siguiendo las órdenes que les diera un señor. Por esto se les consideraba unos oponentes formidables y excelentes aliados, cuando se les conseguía persuadir para que apoyaran la causa de un daimyo.
Fuentes[]
- Total War: Shogun 2